Desde Fuente Álamo (Murcia) nos envían imágenes de una librería-papelería, acompañadas de un texto escrito por su propietaria.
Y, aunque cualquier excusa es buena para hablar de libros, librerías y libreras, lo cierto es que hay una razón de peso: la Librería «Sole» exhibe en sus estantes una «l» escrita en La Jular Script , acompañada por otras tres letras del alfabeto en distintas tipografías. La decisión de diseño la tomó en su día la interiorista Juana María Valcárcel, responsable también de mediar para que contemos hoy con este regalo sorpresa. Ella es así.
No sé si nuestras amigas sabrán que el padre de Manuel Jular, mi abuelo, fue librero, con una librería llamada Valderas, en el centro de la ciudad de León, que aún existe y recomiendo visitar, pues es muy especial.
Vamos a terminar de celebrar el Día Internacional del Libro 2021 por todo lo alto.
Y aquí el texto de Isabel, la librera de «Sole», íntegro.
«Lo último que yo pensaba era que en mi vida fuese a regentar una librería y mucho menos “Sole”.
Una librería emblemática y de toda la vida de mi pueblo.
Un negocio que abrió sus puertas en 1988 a manos de una muchacha joven, emprendedora y con muchas ganas de trabajar.
Estuvo en sus manos casi 25 años y gracias a la ayuda de su familia también, ya que por una fatídica enfermedad la dueña falleció y su familia la mantuvo abierta hasta casi completar los 25 años.
Fue a partir de un mes de febrero del año 2013, que por distintas circunstancias, la puerta estaba cerrada y me ofrecí a echarles una mano, ya que estaba sin trabajo y cuál fue mi sorpresa cuando me dijeron que la traspasaban y que habían pensado en mí para hacerme cargo de ella.
Y así lo hice, cogí las riendas de esta librería, la cual el mes de agosto de ese año cumplía 25 años.
Estaba un poco viejecita y con falta de hacerle algún cambio, pero tuve que esperar 5 años por motivos varios, para poder hacer la transformación de la antigua LIBRERÍA SOLE “ de Sole “ a la nueva LIBRERÍA SOLE “de Isabel “
En ningún momento se me pasó cambiarle el nombre.
Sole era amiga mía y de todo el pueblo, además de que era una chica entrañable y muy especial.
Y además, por respeto a la familia que desde el principio confiaron en mí y me ayudaron mucho y siguen haciéndolo hasta el día de hoy. Se han convertido en mi otra familia.
Y aquí sigo, espero que por muchos años».
Larga vida, Isabel, «Sole».
